Ceremonial y protocolo masónico : Ritual de reconocimiento conyugal 2ª parte.

En el post anterior hablaba del Ritual de Reconocimiento Conyugal, haciendo énfasis en la decoración y distribución del templo; del protocolo para recibir a los invitados y  de la línea de saludo para  los altos cargos, que en el caso de la Masonería se representa con la “Bóveda de Acero”.

Así mismo, enumeraba los emblemas que se utilizan para el Ritual. Está claro que el carácter simbólico de la Masonería se refleja en las herramientas  del  “Arte de la Construcción”, pero también en elementos  como flores, frutas, agua y vino.

Cada de detalle de la ceremonia requiere especial atención.   Por ello, en las alocuciones del Orador y del Venerable Maestro, se utilizará una retórica acorde al acto y a los asistentes. La elaboración de los discursos se encomienda a los   hermanos masones más intelectuales. La música también es parte importante del evento, puesto que se utiliza en puntos claves de la ceremonia.

El guión que a continuación se describe fue extraído del Diccionario Enciclopédico de la Masoneria, Tomo V, página 701 a 708.  Y corresponde al Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Guión del Ritual

El Venerable Maestro (V.M.) da inicio a la ceremonia con un golpe de Mallete. Este instrumento es símbolo de autoridad,  se utiliza en la apertura  y cierre de los trabajos. Cada golpe o golpes  indican momentos importantes en los Ritos. Es la herramienta del Maestro Masón  y a través de él expresa su voluntad de  construir y ejecutar.

V.M. – Señoras y Señores: La Francmasonería abre las puertas de sus templos a todas las creencias y aspiraciones honestas, para protegerlas en su seno de fraternidad laboriosa. […] Gracias, señores por haber venido a oír la palabra, tan modesta como sincera, de la Francmasonería, en esta solemne ceremonia de Reconocimiento Conyugal.

El Venerable da un golpe de mallete y los hermanos masones se ponen en pie.

V.M. – Hermano Primer Vigilante podéis hablar sin reserva desde ya vais a ser escuchado por selectos espíritus y generosas almas.

El Primer Vigilante (P.V.) se pone de pie y mantiene esta postura durante el siguiente diálogo con el Venerable. Éste se sienta.

P.V. – En el vestíbulo del templo se encuentra nuestro hermano (nombre del esposo), acompañado de una señora de bondadoso aspecto, con la cual acaba de unirse en matrimonio bajo la ley del Estado y solicita para ella la protección de la Francmasonería.

V.M. – Nuestro excelente hermano (nombre del esposo) ejercita un derecho; pero como todo derecho implica un deber correlativo, ambos definidos en la noción de justicia […]

P.V. – Reconozco la sabiduría de vuestras previsiones y el alto interés crítico, que el acto debe despertar en quienes van a recibir sus efectos […] Dadnos, pues, vuestras órdenes Venerable Maestro.

V.M. – Hermanos Gran Experto y Maestro de Ceremonias, conducid a los esposos.

— Hermano 2º Maestro de Ceremonias, que la luz, el más bello y comprensivo de nuestros símbolos, irradie  la mesa de Reconocimiento Conyugal.

Encendido el candelabro, se inicia una marcha nupcial. Los hermanos se ponen en pie. Los esposos y su cortejo son introducidos “entre columnas”. La marcha continua por algunos momentos en tono suave, para no ahogar la voz del Venerable.

V.M. – ¡Bienvenidos seáis, esposos! La Francmasonería ha escuchado vuestra demanda de hospitalidad, hondamente conmovida por la confianza y respecto de sus principios y de su carácter.

Con un gesto de la mano  invita a los esposos a sentarse. La marcha cesa. El Experto y el Maestro de Ceremonias  hacen tomar asiento a los esposos y al cortejo. El Venerable continua su alocución.

V.M. – Joven esposa: no me sorprenderia, si multitud de interrogantes han asaltado a vuestra mente al entrar en este recinto, envuelto en espeso misterio para quienes no han podido ser aquellas satisfechas…Voy pues a descorrer el velo por completo […] (Descorrer el velo significa acceder al verdadero conocimiento, dejar de ver lo aparente para conocer su esencia).

— ¿Os comprometeis, en consecuencia, a organizar con tales fines vuestra sociedad de esposos sobre la base del amor y la justicia, orientados hacia la fraternidad solidaria de todos los hombres?

Esposos — ¡Aceptamos el compromiso!

V.M. — ¿Contraéis formal compromiso de educar a vuestros hijos  como elementos útiles de conservación y mejoramiento de la sociedad civil, esto es, educarlos posiblemente en la ciencia, en la justicia y el trabajo?

Esposos — ¡Nos comprometemos!

V. M. – Bajo tales promesas voy a proceder al reconocimiento de vuestra unión, por un himno, cuyas notas llegarán a vuestros oídos a manera de un concierto de vida universal.

— Hermano Portaestandarte cubrid con la insignia simbólica de la Orden la cabeza de los esposos, como sello tutelar de los votos que van a pronunciarse.

 — Hermano Experto levantad el velo de la mesa de Reconocimiento Conyugal. Tened sobre ellos el  Cordón simbólico, en signo de que su existencia debe constituir siempre una sola, para que así fundidas por el afecto y el sano  criterio, por la franqueza y la sinceridad puedan transmitirla a sus hijos, como el más precioso de los patrimonios.

— Entregad al hermano (nombre del esposo) el anillo conyugal, y que él mismo lo coloque en el dedo de su gentil esposa como una consagración visible de aquella exquisita afinidad recíproca, que ahora feliz unió por primera vez sus almas (el esposo  en pie, coloca en anillo y se sienta)

— Depositad en sus manos la varilla de cristal. Ella posee la pureza inmaculada, la transparencia y el brillo de un rayo de luz; tal debe ser también el cariño compartido en aras de la naturaleza y bajo la salvaguardia de la moral social […]

— Retomad la varilla simbolica Hermano Experto ( Éste la toma, la eleva en lo alto y la rompe a la vista de los esposos).

Experto. — ¡Ved cuan fácil puede quebrarse!

V.M. – Estoy muy lejos de temer ese desastre para vuestra unión […]

— Hermano Experto ofrecedles el vino, como emblema de la salud y la fuerza, resultantes de una higiene sabía, consecuencia de costumbres morales, porque éstas envuelven la condición impuesta por la naturaleza, no solo para la dicha personal, sino también para la de los hijos. Presentadles  también el agua, para que en un tercer receptáculo mezclen ambas sustancias, en significación de que, en el hogar, deben fusionarse sus caracteres, sus ideas, sus sentimientos, para que, por la herencia y la educación el hijo resulte la unidad armónica  de sus mejores calidades.

— Quitadles el cordón conyugal y sustituirlo por el de adhesión uniendo sus cuellos a fin de que les recuerde el lazo que les va a ligar a nuestra institución y a la Humanidad personalmente y a sus descendientes.

— Ahora hermano Maestro de Ceremonias y Hermano Experto conducid las columnas de hermanos  al centro del recinto, para que formen la Cadena de Unión, símbolo vivo de la comunidad palpitante, que en este como en todos los actos masónicos existe entre los cerebros y los corazones de tantos miles de hermanos esparcidos por el planeta.

Cadena de Unión Ritual de Reconocimiento Conyugal

Al ritmo de la música, se forma en semicírculo la Cadena hasta la penúltima grada de Oriente. Al final de la misma, en ambos extremos, se encuentra El Maestro de Ceremonia y el Experto, pero sin unirse.  Los hermanos se mantienen con los brazos cruzados  y las espadas, en la diestra, pendientes hacia abajo. El Primer y Segundo Vigilante permanecen en pie en sus puestos.  La música cesa  una vez formada la Cadena.

En el próximo post la última parte del Ritual,  en donde el esposo procede a la  «defensa»  de la esposa frente a la hermandad.

Fuentes:
  • Frau Abrines L. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Editorial del Valle de México S.A., Pág. 701-708.
  • Foto: archivo personal